jueves, 25 de septiembre de 2008
La última clase del verano
Se acabaron las clases en las tardes de verano.
Ahora serán los sábados por la mañana. El colegio, el frío, el sol que se esconde antes, con prisa...
todo eso hace que las clases cambien de día. Pero los alumnos no cambian, montarían hasta de noche; así son estos chicos...irreductibles, incansables...son los mejores..
Las mañanas de invierno son estupendas para montar.
Cuando amanece despejado saltamos de la cama y corremos a la finca, allí esperan Claudio, Mustang, Toni , Crack...
Viviendo aquí, en el valle, cualquier momento es bueno para montar.
Ahora serán los sábados por la mañana. El colegio, el frío, el sol que se esconde antes, con prisa...
todo eso hace que las clases cambien de día. Pero los alumnos no cambian, montarían hasta de noche; así son estos chicos...irreductibles, incansables...son los mejores..
Las mañanas de invierno son estupendas para montar.
Cuando amanece despejado saltamos de la cama y corremos a la finca, allí esperan Claudio, Mustang, Toni , Crack...
Viviendo aquí, en el valle, cualquier momento es bueno para montar.
lunes, 22 de septiembre de 2008
ELFINAL DEL VERANO
Se acerca el final del verano, algo cambia en el valle; el aire huele de otra manera y las nubes, tímidas durante el estío, aparecen retadoras sobre la montaña con pesados tonos grises que anuncian el otoño.
Los caballos lo saben; presienten que termina el calor y que todo cambiará a su alrededor.
Nosotros que estamos cerca de ellos también nos damos cuenta.
Saben que andarán los mismos senderos medio ocultos ahora por una alfombra de hojas perdidas, viejas, casi muertas. Ya no será necesario buscar de forma instintiva las sombras de los árboles para protegerse del calor y los insectos.
Disfrutarán del suave viento que nos acompañará en los caminos altos y que arrastra olores de otras fincas y otros prados, también d e otros caballos. Saben que la lluvia aparecerá de vez en cuando. A ellos no les importa, a nosotros tampoco. Saldremos de marcha aprovechando las tardes, los días ya son más cortos, pero las tardes por el contrario parecen más largas.
Es por el sol.
El sol se extiende lento y complaciente sobre los bosques que empiezan a ponerse amarillos de otoño.
El otoño es hermoso.
Sus tardes son una delicia para pasear , no necesariamente a caballo, pero si es a caballo mejor aún. Serán las últimas salidas antes de que llegue el frío y la nieve.
La vida en el valle es así, siempre acorde con las estaciones; sujeta a su capricho y a sus exigencias. Todos vivimos ese equilibrio natural; nosotros, los caballos y los animales que siempre vivieron en él.
Es frecuente encontrarse con corzos y si tienes suerte divisar fugazmente algún zorro.
Lua, nuestra perra, se pierde en la montaña siguiendo sus rastros, para inevitablemente regresar rato después agotada y sin nada.
Nunca caza nada.
Menos mal
Descanso y recuperación de caballos
Las Beceas nació con el espíritu de ser un lugar donde recuperar caballos con problemas. En eso estamos. En este primer año de vida ya son varios los que han pasado por nuestras manos y afortunadamente cuando se fueron parecían otros.
Era lo que pretendíamos. El cariño , los cuidados y la vida al aire libre , hizo que, hasta ahora, todos ellos se recuperasen perfectamente y fuesen felices mientras vivieron aquí.
Sus dueños también.
Tenemos algunos pupilajes y damos clases de equitación, pero no es un lugar de "alquiler de caballos" , no alquilamos caballos fuera de las clases y tampoco somos un centro hípico al uso. El número de alumnos es limitado y las clases en grupos de tres o cuatro.
Algunos son niños y otros adultos, les iréis conociendo poco a poco, también a nuestros caballos.
Y a nosotros.
LAS BECEAS
LAS BECEAS
Nuestra cuadra se llama Las Beceas porque el paraje donde se encuentra se le conoce con ese nombre, parece ser que el topónimo proviene del latín y denomina un lugar poblado de abedules ( betule/betulla ).
Nos costó tiempo encontrar el lugar adecuado.
La cuadra es muy modesta; una construcción rural donde no podemos hacer obra nueva ni ampliar las instalaciones. Pero a su favor tiene muchas cosas; más de cinco Hectáreas de pastos y bosques , agua todo el año y un entorno incomparable.
El invierno es frío, el verano agradable y el otoño y la primavera, ya lo hemos dicho, son dos regalos de la naturaleza.
Dos regalos que aprovechamos al máximo para pasear a caballo.
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