El problema de montar a caballo y más aún, de saltar a caballo, es el riesgo.
Siempre, siempre, hay que estar atentos. En cualquier momento puede suceder algo inesperado; un susto, un gesto inesperado...cualquier cosa. Como aquí; nadie se esperaba este gesto de Mustang, y menos que nadie el jinete.
Menos mal que solo fue un susto.
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