El trabajo a la cuerda

Cuando trabajamos " a la cuerda" no siempre somos conscientes de la importancia de este ejercicio. Es algo más que conseguir cansar al caballo a base de vueltas y vueltas.

El trabajo a la cuerda debería establecer una línea de comunicación entre el entrenador y el caballo.

Si se hace bien, buscando resultados, de forma metódica y correcta, este ejercicio, aparentemente sencillo, conlleva un importante aprendizaje mutuo.

Obliga a ambos a estar pendiente el uno del otro; el entrenador pendiente de las reacciones del caballo, y éste, atento a las órdenes del otro.

No es una cuestión de "ordenar y obedecer". Es mucho más que eso. Es una cuestión de entendimiento, de conocimento mutuo.

Muchísimos inconvenientes y problemas de obediencia y coordinación se resuelven trabajando a la cuerda.

Animaos y aprended a hacerlo bien.

No os conformeis con dar vueltas y vueltas sin fin a vuestro caballo.

No podeis imaginar lo que llegareis a aprender de él. Y él de vosotros.

Como siempre...¡suerte!

El otoño

El otoño este año será corto. Llegó muy tarde y el invierno se nos echará encima.
Eso no quita para que sea hermoso. En el valle siempre lo es. Por muy fugaz que sea iluminará todo de rojos, naranjas y amarillos. Es un tiempo estupendo para pasear a caballo. Subir a los prados altos y desde allí divisar el valle extendido a nuestros pies. Y para internarse en el bosque, los robles aguantan las hojas hasta muy avanzado el invierno. El otoño en el valle es un paseo inolvidable.
Por eso la gente vuelve a visitarnos. A estar con nosotros y con nuestros caballos.

Esta foto la pongo año tras año, para los que no habeis venido nunca.
Como decía el anuncio...

Para los que están lejos, para los que están cerca...

dificil eh!

Era difícil...casi imposible...pero ya se sabe...con nuestros queridos amigos, los caballos, cualquier cosa puede suceder.
Si no..mirad a este poni....¿ cómo puede haberse metido ahí?

Seguramente buscando restos de hierba o paja. Muchas veces la gente reutiliza los neumáticos como "comederos", así no se esparce por ahí la hierba,y no la pisan desaprovechándola.
Parece que al final todo quedó en una "divertida" anécdota, y en el susto, claro.
Por eso lo puse aquí, para robaros una sonrisa.

¡Nuestro primer concurso!

¡Por fin! Todo llega...y nuestros chicos "chicas" salieron a su primer concurso.

Y los más dificil, lo impensable, lo inesperado...es que...

!LAS DOStuvieron premio!

Irene hizo un "cero" con Crack en su primer recorrido, con lo que quedó entre las cinco ganadoras sin falta, y ganó su primera medalla. Esto nunca se olvida, jaja...lo normal es que la primera vez te equivoques en algo, te descalifiquen , o que tires siete u ocho barras, o más.

Aída en su segunda prueba, aunque tiró un palo- en el primer obstáculo, como pasa muchas veces- quedó segunda con Lluvia, pues solo hubo un recorrido con cero faltas.

Así que ,no solo obtuvo una medalla, también su primera copa.

Lo dicho...fue un día estupendo; para ellos, para Laura-la profe-para la cuadra, para el equipo al completo y para todos los familiares y amigos que allí nos juntamos.

Podeis vernos, tan contentos todos, en la primera foto.

los caballos y los niños

No podemos saber realmente qué pasa por la cabeza de un niño cuando ve un caballo.

Para aproximarnos a ello tendríamos que volver a ser aquel niño que fuimos e intentar recordar cómo eran aquellas emociones hoy lejanas.

En mi caso no es tan difícil. Después de tantos años siguen siendo las mismas o al menos parecidas.

Por eso quiero pensar que estos niños que hoy se acercan a nuestros caballos sienten lo mismo que nosotros.

No importa la edad que tengan, el caballo es un animal de una gran nobleza y por ello, sea cual sea nuestro grado de comunicación con él, nos aportará unas sensaciones placenteras y altamente motivadoras. Y en los niños es así.

Nunca han tenido a su alcance un "juguete" tan grande con el que divertirse y montar acaballo es para ellos una "verdadera aventura" y en muchos casos un sueño.

A simple vista podemos pensar que existe un gran desequilibrio entre el niño y los caballos; tamaño, fuerza... En realidad no es así. El caballo y el niño mantienen una conexión con la naturaleza que los mayores, en muchos casos, hemos perdido; principalmente la necesidad, instintiva, de pertenecer a un grupo, a una manada. De ello depende en ambos casos la supervivencia.


El niño , por pequeño que sea, se acerca al caballo con ese instinto primario a flor de piel y el caballo, que lo conserva durante toda su vida, le acepta como un miembro más de la manada. Un caballo siente que el niño no supone ningún tipo de peligro, ni de maltrato, ni de dominación. No olvidemos que el caballo es un espíritu libre.

Por eso existe ese vínculo entre ellos.

Los niños que se relacionan con caballos serán de mayores mejores personas.

Estamos seguros de ello.

Laura y Lluvia

Esta es Laura montando a Lluvia.

Lluvia es una yegua alazana, angloárabe, de deporte. Tiene mucha clase y algunas veces no es fácil hacerse con ella en el cross. Por eso de vez en cuando Laura le da un "repaso" , basta un pequeño recorrido para que Lluvia entienda que debe concentrase en el trabajo.

En realidad es una yegua estupenda , muy viva y con mucha clase.

Tiene una gran potencia y una bonita estampa.

Disfrutad de video.

Este es " el Holandés", un caballo con un nombre difícil, imposible de recordar, por eso es " el Holandés". Aunque Vera le llama "holaAndrés" todo seguido, y todos nos reímos.



Es un caballo muy mayor, viejito, pero que aún se mueve con soltura y elegancia; un buen "profe" para los alumnos.
Está retirado de la competición y "tocado" en una de sus manos, pero aquí vivirá bien; trabajará poquito y pastará suelto con la manada.
Tiene que engordar, aunque a los caballos mayores les cuesta más coger peso.
Es cuestión de tiempo, hierba fresca y buen pienso.
Ya vereis dentro de poco.
Lo veremos todos. ¡Sí!

San Isidro- el ciclo festivo-

En nuestro pueblo y en nuestra cuadra, el día de San Isidro forma ya parte de un ritual anual.
Un día festivo en el que acudimos, montados a caballo, a la romería que se organiza en honor del santo. Un motivo para pasar un día festivo junto a otras gentes de caballos.
Es bonito comenzar el día con los preparativos; las sillas, los cepillos, jabones...etc...
Además es muy cómodo hacerlo en la casa de arriba; sombrita, cafetito, bizcochos...

cada uno limpia su caballo y Laura se ocupa de las trenzas, es lo que tiene saber hacerlas...o enseñas a los otros o las haces tú todas.

Pero nadie se queja, ni siquiera laura, que las hace con amor y soltura.

Al final salimos con ocho caballos, los dos ponis, valiente y Ginebra, se quedaron en la cuadra. Bastante atención requiere ir por las calles del pueblo pendientes de caballos, jinetes y de los niños- Vera e Ibor- comopara llevar dos ponis del ramal.

El año que viene será. Cuando los más peques puedan montar solitos.

San Isidro II

Este año hizo un tiempo estupendo, pudimos disfrutar del día, del sol y del cariño de la gente.
La gente siempre mira a los caballos con una mezcla de precaución y admiración y exclama...¡qué bonitos!

Los jinetes de la cuadra iban impecables, unos con las nuevas camisetas y otros vestidos de forma más tradicional.

Cuando llegamos a la plaza del pueblo ocupamos uno de los lados vacíos, apartados de la gente por precaución, aunque todos los caballos se portaron con una correción exquisita, je je..la buena educación.

Después de la romería , la comida y el descanso, regresamos a Las Beceas.

El camino de regreso es un hermoso paseo, ya conocido, pero no por eso menos atractivo.

Y este año, con la esplendorosa primavera, los prados parecen mares de hierba.

Una demostración de paciencia

Aquí tenemos a laura y a David. Cargados de paciencia y saber hacer.

Intentando, por la buenas, ponerle una cabezada a Luna, que sabe, que por las buenas, lo van a tener dificil.

Eso piensa ella.

No sabe que Laura tiene una paciencia casi infinita.
Veremos, con el paso de los días, quién gana esta delicada batalla.

Luna

Esta es Luna, recién llegada. Una yeguita serrana de un aspecto estupendo.
Tifanni y Guia serán sus dueñas. Un regalo.

Es un poco esquiva, pero hay que tener paciencia. ha vivido suelta con otros dos caballos y no está acostumbrada a la gente. Pero Tifanni y Laura se encargarán de ello.

De convencerla que somos amigos.

Mirad cómo pone las orejas... "se me ponen si me besas...rojitas las orejas..."

Más de lo mismo

Ana con Lluvia

Gulla con Claudio

Bonita clase en el prado de arriba

Los días de regalo, los días hermosos y soleados que nos trae el frío invierno, se aprovechan en Las Beceas. Nadie falta a sus clases y todos se divierten.Incluso laura, la profe, que pone ejercicios para que todos disfruten. Incluidos los caballos. Consuelo y Toni

Teresa con Hidalgo

Irene con Nora

Aída con Mustang? eso parece.

Invierno en la cuadra

Este invierno está siendo un invierno raro en el valle. Muy raro.

Tan pronto hace un frío polar, como vienen unos días calurosos y primaverales. O nieva.

Como la gran nevada que ha caído estos días y que el calor y el sol hizo que olvidáramos pronto.

El tiempo está loco. Eso dicen los mayores. Pero no solo el tiempo, los caballos también andan despistados; hoy frío, mañana calor. Unos empiezan a tirar el pelo de invierno y otros se esperan por si acaso, aunque suden. Unos días se mueren de frío y otros de calor.

Así andamos todos, unos días con abrigo y otros en camisa.

Al sol y a la sombra.

En esta foto Merche y Valiente, al sol. En las de arriba la casa nevada y Lúa en el camino, supongo que buscando las mariposas que todavía no llegaron.

Adiós Grisú

La tarde de Nochevieja dijimos adiós a Grisú.
Murió después de tres días luchando contra un fuerte cólico. Fue irreversible.
Era muy mayor para operarle, tenía unos 25 años. Demasiada edad.
Grisú, nuestro poni, nuestro viejito,el más lindo y el más valiente de nuestros caballos, falleció.
" Si es cómo dicen algunos...que hay cielos pal buen caballo, por allí andará nuestro poni, galopando, galopando..." esto es de una canción de A. Yupanqui; solo hemos nombrado a Grisú en lugar del caballo a quién está dedicada la canción.
Esta, la que nosotros cantamos ahora, se la dedicamos a Grisú; el poni de todos los niños que pasaron por Las Beceas.

Aquí le tenemos con Vera encima, el día que jugamos a los pieles rojas.
Un auténtico poni indio fue Grisú. Hoy ,libre y salvaje , galopa por las praderas eternas, que dirían los indios, y siempre, siempre, galopará con nosotros por el valle, guardadito en nuestro corazón y vivo en nuestro recuerdo.
Buena suerte Grisú, te queremos todos los de la cuadra, niños y mayores.
Siempre.