El verano en el valle es un tiempo de ajetreo; se siegan los campos , se empaqueta la hierba y se guarda para el invierno.
Lo mejor del verano son las tardes largas y las noches estrelladas.
El atardecer es el mejor momento para montar. Si no fuera por las moscas el verano sería perfecto.
Aún así recorrer el valle a caballo siempre es un placer para la vista.
Ahora están los pastos amarillos y los árboles se mantienen verdes y frondosos.
Al caer la tarde las sombras son largas y las montañas se tiñen de azul y violeta.
El silencio solo es roto por el paso de nuestros caballos...
¿ Existe algún sonido más hermoso?...
1 comentario:
Que bonito, me haces sonyar, aqui en la oficina.. Me encantan los caballos, no creo que haya animal tan hermoso y noble. Mucha suerte con tu granja.
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