jueves, 28 de enero de 2010

Vera poniendo comida

Esta es Vera, la peque de la cuadra.

¿ Quién dudaba de su capacidad y de su empeño?

¡ Yo no!

En la imagen pone un puñado de hierba a Grisú,el poni.

La llegada de Calera

Calera llegó a casa un poco alterada, le habíamos separado de su potrito y llevado a un lugar nuevo. Su potro tiene nueve meses y le ha llegado la hora del destete.

Bajó del remolque de un salto y enseguida captó el olor de nuestros caballos, para ella son olores nuevos y desconocidos. Pronto le serán familiares, lo mismo que el lugar. Las Beceas son un buen lugar y el cariño de Irene y Antonio conseguiran que se sienta feliz aquí, igual que lo estamos nosotros.

Una nueva reina. Todos disfrutaremos con ella.

miércoles, 27 de enero de 2010

Tenemos chica nueva...

Esta es Calera, llegó ayer.
Es de Irene y Antonio, una bonita yegua regalada por su tío para que la monten y la cuiden. Lo harán muy bien , estamos seguros.
Una nueva amiga en la cuadra, espramos que se adapte a la vida con los demás caballos y que sea muy feliz aquí.

viernes, 22 de enero de 2010

Curando a Sara

Aunque Sara continúa bajo vigilancia y tratamiento veterinario , hay que hacerle curas diarias.
Todavía cojea bastante y tiene una herida que hay que cuidar para evitar un infección que pueda ser grave. Sara es muy buena, ya lo hemos dicho muchas veces,un cielo, y se deja curar bastante bien.
de todas maneras David es muy cuidadoso y lo hace con mucha delicadeza.
Ivan, Laura y David, con Sara

Todos estamos pendientes de la evolución de Sara, y esperamos verla galopar de nuevo muy pronto. Es lo que todos queremos; ella también.


miércoles, 20 de enero de 2010

Si algo es imposible...

Si algo es imposible o parece imposible, dejará de serlo cuando se trate de caballos.
Si hay algo que nos parezca difícil y totalmente improbable...ellos lo harán.
Eso le ha pasado a Sara.
Sara es la yegua de Iván, que dejó nuestra cuadra hace apenas un mes.
Sara vivía estupendamente en una nueva finca, acompañada de este muchachote que veis en la foto.
Al muchachote lo mantenían trabado, es decir, atado de manos con una cadena , maneado, para evitar su posible escapada de los prados. Es una vieja y peligrosa costumbre que se mantiene en muchos sitios.
Pues bien, como decíamos al principio si hay algo imposible ellos lo hacen. Sara, con mala fortuna, metió su pata izquierda trasera entre las manos del caballo y quedó atrapada durante horas.
Como siempre pasa , sucedió por la noche, así que cuando les encontraron por la mañana Sara había sido arrastrada por todo el prado. No podemos saber el tiempo que estuvieron así, pero por las huellas dejadas debió ser un verdadero castigo para la pobre yegua. Hubo que cortar la cadena para liberarles. Sara tenía una gran hinchazón en toda la pata y algunos cortes en la caña y el menudillo, aunque aparentemente no parecían graves.
De todas formas se llamó a un veterinario y se la atendió rápidamente.
le estamos haciendo el seguimiento y algunas curas. David es ya un experto; además ,de algo le sirve ser enfermero.
Todos queremos que Sara se reponga y que no le queden secuelas, es una yegua estupenda y un amor.
Además..¿ qué seríade Iván si le pasara algo grave a su Sarita?

Aquí les vemos descansando tranquilamente al día siguiente.


jueves, 14 de enero de 2010

El norte


El norte se protege a sí mismo del norte. Lo hace formando cadenas montañosas. Detrás de esas montañas hay otro valle, más frío,que a la vez le cierran otras montañas. Así sucesivamente.

La casa del valle y las cuadras están pegadas a la montaña. Se levantan muy cercanas, a nuestra espalda-,en el valle todo mira al sur, y a sus pies nos cobijamos.

Dicen los hombres del pueblo que en la falda de las montañas hace menos frío que en mitad de valle. Puede que sea cierto, hace tanto frío que es difícil comprobarlo.

Los caminos del norte son empinados y difíciles para subirlos a caballo. No lo hacemos.

Solo por el nordeste se abre una senda amplia y cómoda que después gira hacía el norte, una vez superada la barrera montañosa.

Hay un paso. El paso del medio celemín se llama. Curioso nombre.

Y llegamos a otro valle. Infinitamente más grande, con otros pueblos fríos y dos grandes presas que retienen los ríos, haciéndo que parezcan mares quietos. Aguas dormidas, domesticadas, que después van dejando escapar a su antojo, pero siempre con egoismo.

Algunas veces llegamos a ese valle, acompañando a la transhumancia; a las ovejas y a toda la gente que se toma este viaje como una fiesta. Que lo es y que son muchos.


Por la tarde regresamos a casa, a nuestro valle.

Los caballos vuelven ligeros, no hace falta pedirles nada.

Ellos saben que vuelven a casa.

Nosotros también.



miércoles, 13 de enero de 2010

El sur

La salida natural del valle es por el sur.
Por los demás sitios está rodeado de montañas.Por el sur también se va el arroyo, para llegar a otros valles y sumarse a otros arroyos.
Hasta el mismo lugar llegamos nosotros a caballo, pero allí nos detenemos. Los valles de más abajo quizás sean más cálidos, pero no tienen robles ni abedules y les cruzan carreteras mientras sus pueblos crecen transformándose en pequeñas y ruidosas ciudades.
Allí nos detenemos y damos la vuelta; volvemos sobre nuestros pasos mientras los graznidos de los patos que también vuelan hacia el sur en puntas de flechas nos hacen levantar la mirada.
este invierno se fueron tarde. Tal vez allí, en el sur, añoren nuestras montañas.
Al paso regresamos a nuestro lugar, a nuestra guarida de bosques y prados.
Al final, a lo lejos, la gran ciudad.
Allí duerme, inquieta siempre.
Nosotros, en una hora en coche, podemos llegar a ella.
Más ella nunca llegará a nosotros.
El valle será para siempre un lugar secreto, un lugar a salvo.
Nadie llegará por el sur que nos arrebate la paz.