jueves, 11 de noviembre de 2010

Nueva poni en Las Beceas


Lau con la poni.



Esta es nuestra nueva poni.



En realidad es la poni de Ibor y Vera. Será toda una campeona. Ya lo vereis.



Pero primero hay que domarla y enseñarla. Una auténtica aventura que viviremos todos en primera fila. Será divertido.



Valentina, o Margarita, o como se llame definitivamente...jeje, aún tiene el nombre en el aíre, tiene cara de lista y se pondrá tan bonita y fuerte que no la vais a reconocer.



Nos recuerda mucho, por lo feíta, a Jarilla; la primera poni con la que Laura empezó en competición. Jarilla era así; tordita, poco vistosa y con el cuello un poco vuelto- cuello de ciervo se llama- pero se convirtió en un expléndido caballo de competición; una poni elegante y valiente con un corazón generoso.



Nuestra Margarita-Valentina será algo parecido.¡Genial!



Ya lo vereis. Promesa prometida.


Tiffany y ella, las dos sonrientes.

Margarita con Grisú

Aquí la vemos, tan listita ella, confiada.

Ésta un poco flaquita y ese pelo de burrito no le hace parecer la poni hermosa que en realidad es.

Es como un patito feo; ya lo vereis. Será la poni más linda del valle.

En serio, tened confianza.

martes, 9 de noviembre de 2010

Se fue Calera. Un nuevo hogar.

Calera ya no está con nosotros, se fue a una nueva casa. Con un nuevo dueño y con otros caballos. Sabemos que son buena gente y que Calerita estará allí estupendamente. En esta foto, en el momento de embarcarla en el camión, hasta Avellano, el perro, parecía un poco triste. Todos lo estábamos, un poco, pero también alegres, otro poco.
Calera se portó muy bien y subió con mucha calma, claro que con Laura...¿ quién no tiene calma?

Esta es la despedida de Irene, Anto, Ibor y Lau dentro del camión. Con sonrisas medio tristes y medio alegres. Te fuiste un poco lejos Calera, pero no demasiado como para no ir a verte. Iremos pronto, ya lo verás. ¡ Promesa prometida!

Un largo verano indio y un corto otoño

Este año " el verano indio" ha sido muy largo. Hasta ayer mismo estaba aquí, en el valle.Ni siquiera los árboles pensaban en el otoño y se mantenían verdes en su mayoría. Menos los álamos, que como antorchas amarillas despuntaban encendidos sobre el resto; los robles, los fresnos, los abedules...todos seguían pensando en el verano.

De repente, una mañana, sin avisar, el viento del otoño recorrió el valle y trajo el frío que debió haber llegado hacía ya tiempo. Y los árboles emprendieron la carrera de los colores; y todos enrojecieron.
La nieve ya está en las cumbres. El otoño terminará casi sin haber sido.
En tres o cuatro días el valle se ha vuelto rojo. Como nos gusta verlo durante el otoño. Aunque sea un corto otoño.
El invierno acecha, como si fuera un lobo blanco de frío y nieve, deseoso de atraparnos en sus fauces de hielo y frías noches.
Pero aún nos quedan unos días, pocos, pero mientras duren disfrutaremos del vuelo de las hojas y de los grandes castillos de nubes grises movidas por el viento. Y del huir de los corzos.Y de los senderos del bosque, que son nuestros y nosotros suyos.
Claro,ya se sabe, todo esto montados en nuestros caballos.




Esta foto la pongo porque sé que siempre os gustó mucho.

La verdad, no es nuestro valle. Pero no importa.