La Hierba Alta

Amanece.
Hemos quedado a las siete de la mañana para cargar la hierba.
Es el tiempo de la siega. El tiempo de la hierba alta que dirían los pieles rojas.




La mañana es hermosa. El sol sale y los prados aún duermen.
La hierba está cortada y empaquetada.
Es como un rito. Un rito que se repite cada año.
Siempre mirando al cielo. Esperando que no llueva, al menos hoy. Al menos hasta que la hierba esté guardada en la cuadra.

Llega el tractor y cargamos.
Es una tarea agradable.
Mientras lo hacemos pienso en el invierno. Ya me imagino dando de comer a los caballos.
Esta hierba tiene que alcanzar hasta la primavera. Es como un rito.





Después viene lo parte más dura: meter todos los paquetes en la cuadra.
Este año lo hicimos bien. El tractor llegó hasta la misma puerta.
Cuando la trae un camión " la tira" en el camino; en la entrada de la finca, y después hay que meterla en carretillas.

Ya huele todo a hierba.
El olor del verano en el valle.