La mayor parte de las personas que se acercan a un caballo y consigue salvar la distancia que por naturaleza nos separa, quedan atrapadas.
Irremisiblemente para siempre.
Los caballos , aún los que nacen en cautividad; lo hacen con su naturaleza salvaje intacta.
El hecho de que un potro nazca de padres domesticados , no hace que éste lo esté.
Sus genes conservan esa característica primitiva que les hace llegar a la vida como animales libres y salvajes.
Su domesticación responde a las circunstancias que después le rodean, no a una evolución.
Al domesticarlos alteramos su comportamiento natural. Por eso, si la domesticación se hace de una forma natural, tendremos animales equilibrados, nobles y felices.
Domar es sinónimo de domesticar; no debemos confundirlo con dominar.
Si conseguimos que los caballos nos reconozcan como amigos no tendremos "razones" para emplear la violencia.
La violencia solo es el recurso de los incompetentes.
1 comentario:
creo que el calor nos esta volviendo perezosos, tenemos tantas ganas de cosas nuevas, que continuamente estamos en el blog, pero no hy novedades. meli
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