Calera llegó a casa un poco alterada, le habíamos separado de su potrito y llevado a un lugar nuevo. Su potro tiene nueve meses y le ha llegado la hora del destete.
Bajó del remolque de un salto y enseguida captó el olor de nuestros caballos, para ella son olores nuevos y desconocidos. Pronto le serán familiares, lo mismo que el lugar. Las Beceas son un buen lugar y el cariño de Irene y Antonio conseguiran que se sienta feliz aquí, igual que lo estamos nosotros.
Una nueva reina. Todos disfrutaremos con ella.
2 comentarios:
que salto pego
¡Y yo me lo perdí, caaaachisss!!!
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