El sábado fuimos pronto a la cuadra, con tiempo suficiente para preparar todo antes de la llegada de los chicos.
Allí estaban..al sol, cómodos y relajados. Me refiero a nuestros caballos.
Da gusto llegar y encontrártelos así.
Les pusimos el desayuno, atendimos a Lluvia, la yegua nueva, les cepillamos y les observamos por si tienen alguna herida o alguna cosilla ; es bueno fijarse en ello antes de montarles. A veces sucede que se han producido algún corte o algún daño.
Afortunadamente no tenían nada.
Después llegaron los chicos y pasamos una mañana estupenda, con un sol espléndido...pronto vendrá el frío y la lluvia.
Esta semana la única lluvia inesperada ha sido la yegua nueva.
Un regalo.
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